viernes, 11 de enero de 2013

SABER ESTAR: LA NATURALIDAD

 
¡Hola a todos/as!

Como os conté el lunes, el saber estar es una de las bases del protocolo. Es tan importante en las relaciones personales como en el mundo laboral. Por eso, os lo voy a ir explicando por partes. Espero que os guste y que os sea útil. Ahí va el primer capítulo...
 
SABER ESTAR: LA NATURALIDAD
 
Las buenas maneras son la representación de la elegancia y la cultura, que conforman la educación de las personas. Actuar de forma adecuada no está reñido con la personalidad de uno mismo. Es más, no debemos perder jamás nuestra esencia porque esa es la clave principal del saber estar: la naturalidad.
 
La naturalidad provoca en las relaciones personales cierto grado de proximidad, aprecio y, sobre todo, respeto. La inseguridad a la hora de estar con los demás amplifica nuestras deficiencias en el marco social. En el saber estar, el constante ejercicio crítico y el adaptarse es algo fundamental. El hecho de ser natural es una de las capacidades más importantes de la excelencia y disposición de las relaciones personales. Ser uno mismo, sin imitaciones, de acuerdo a la naturaleza propia, permite que florezca la auténtica personalidad.
 
Todas las personas tenemos virtudes y defectos. Por eso tenemos que potenciar nuestras bondades y hacer un esfuerzo progresivo y personal de manera que podamos mejorar y minimizar nuestras carencias. Está en nosotros mismos lograrlo porque en cada individuo coexisten tres tipos de "yoes" distintos: el que uno es, el que se cree que es y el que los demás ven. Lo ideal es que los tres coincidan, pero eso no ocurre siempre. Para ser natural, al menos deben conceincidir dos tipos: el que tú crees que eres y el que los demás ven.
 
En el mapa de las relaciones sociales se plantea un reto constante: recuperar el tacto; desarrollar afectos carentes de fingimientos; fortalecer la amabilidad, el detalle, la ayuda y la comprensión; eliminar el grito como forma de comunicación; recuperar la higiene personal como muestra de cultura social y responsabilidad cívica. Y, por último, sustituir la cultura de la mediocridad por la cultura del esfuerzo.
 
El conocimiento y aprendizaje de normas no anula la espontaneidad, pues se interioriza como forma natural de comportamiento, y como tal, se asume día tras día.

En el saber estar también se incluyen elementos como la gracia, la práctica y el sentido común; elementos que veréis en los siguientes capítulos.
 
¡Feliz fin de semana!
 
Besos,
B.

P.D: ¿Os ha gustado este primer capítulo? ¿Creéis que el saber estar escasea?

2 comentarios:

  1. Me ha gustado el post :-) y si...el saber estar a dia de hoy escasea bastante....una pena (aunque depende también de dónde...)un muaaaaaaaaac enorme y felicidades x el blog ;-) recuerdos a la familyyyyy

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