Hoy quiero contaros dos historias legendarias que nos han dejado dos grandes joyas: el bolso Kelly y el bolso Birkin de Hermès. Son mis dos bolsos favoritos por excelencia, de los que nunca nunca nunca me voy a aburrir y siempre siempre siempre voy a querer tener más y más en todos los colores posibles y tamaños.
En primer lugar, el bolso Kelly tiene su origen en 1930 llamado incialmente Aut à Courroies. Pero fue en 1956 cuando recibió el nombre que hoy conocemos, en honor a la princesa Grace Kelly. Ella fue la que lo hizo famoso por su simplicidad y elegancia. La primera vez que apareció con él trataba de esconder su barriguita de embarazada por lo que el tamaño del bolso le resultaba perfecto. Además, gracias al bolso los paparazzi no lograron fotografiarla, así que doble utilidad para el bolso. Esta fue la imagen fue la primera en la que princesa y bolso aparecen juntos por primera vez, obviamente dio la vuelta al mundo y también fue portada de la revista Life.
Por otro lado, la historia del bolso Birkin es muy curiosa: un día de 1984, la actriz y cantante británica Jane Birkin (fashion icon de los 60) estaba viajando al lado del presidente de la compañía Jean-Louis Dumas. A éste le sorprendió mucho que la actriz tuviera por cartera de viaje una cesta grande de mimbre. Tal fue su curiosidad que le preguntó a la guapa actriz por qué usaba este tipo de bolso, a lo que ella le respondió que todavía no había conseguido encontrar una cartera de viaje ideal porque los modelos que encontraba no se adaptaban a sus necesidades y eran muy difíciles de abrir y cerrar. Dumas escuchó atentamente y le ofreció la posibilidad de diseñar un bolso a medida. Este fue el momento en el que nació el famoso bolso.
Jane Birkin con su bolso de mimbre
Jane Birkin, su perro y su inseparable bolso Hermès
La diferencia más
notable entre ambos bolsos es el tamaño, el Birkin es más grande que el Kelly, pero
curiosamente parece que el bolso original de Kelly era bastante grande, pues se utilizaba para guardar las sillas de montar.
En mi caso, he soñado infinidad de veces tener alguno de los dos en su
versión original (porque tener los dos sería algo taaaaaaaaaaaaan
impresionante) y, aunque sé que es imposible, me conformo con algunas
versiones low cost en comparación al precio real. Como recordaréis de posts anteriores, tengo uno de color fluor (podéis verlo aquí) y otro en versión mini de color rojizo (podéis verlo aquí), pero todavía tengo que enseñaros la joya de la corona en versión naranja, un naranja muy Hermès.
Bolso Birkin
Bolso Kelly
Sea como sea, con esta entrada quiero deciros que son dos grandes bolsos que reflejan estilo y elegancia por donde pasan. Mil versiones habrán de cada uno, mil tamaños posibles y todos ellos capaces de vestir a una mujer de pies a cabeza. Porque aunque no sea el original, siempre será un bolso que estará de moda y que hablará por sí solo de la mujer que lo lleva: puro estilo. Aunque, evidentemente, hay que saber llevarlo. Ya sabéis que aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
¡Buen fin de semana!
Besos,
B.
Dedicado a Papá.
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